Llevo varios años en el comercio exterior y a menudo me preguntan: ¿Qué herramienta es más efectiva para el marketing emocional con los clientes?
La respuesta es muy simple: tratar a los clientes con "sinceridad" como si fueran personas reales.
El mes pasado, un amigo envió mercancía a un cliente alemán y, antes de embalar, grabó un video en el taller: los obreros revisaban meticulosamente cada detalle del equipo y adjuntaron una tarjeta escrita a mano en alemán que decía: "Feliz cumpleaños a su hija" —porque en una conversación previa, el cliente mencionó que su hija pronto cumpliría 8 años.
Al recibir la mercancía, el cliente llamó de inmediato y dijo que era el proveedor más cálido con el que había trabajado. Verás, no se trata de palabras elaboradas ni regalos costosos, sino de recordar esos "detalles no comerciales" con auténtica consideración.
En el comercio exterior se suele decir "primero amigos, luego negocios", pero ¿cómo aplicarlo? Es simple: prestar atención a lo que dice el cliente. Si menciona que el café de su tierra es excelente, envía una muestra en el próximo pedido; si se queja de la lentitud logística, ayúdale a rastrear cada etapa del envío.
Detrás de cada fría orden hay personas reales. Ninguna herramienta supera a la "sinceridad" para conectar emocionalmente, porque se refleja en cada detalle que el cliente percibe genuinamente.
Así que deja de buscar atajos: trata a tus clientes como amigos, porque esa es la única "herramienta universal" del marketing emocional.
Comenta y cuéntanos tu experiencia. ¡En la próxima compartiré más estrategias prácticas de marketing para comercio exterior!
Artículos relacionados


